Sin nada más...

Con las manos vacías me presento al mundo, únicamente ofrezco unas palabras que puedan llegar a la gente que vive aislada de sí misma y ayudar a ver lo que su interior, y el mundo entero, quiere hacerle saber.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Mira e imagina


Caminas por la calle, sin poder remediarlo, la gente, completamente ajena a tus pensamientos camina a tu lado, se cruzan contigo diariamente, no conocen tu nombre y en muchas casos no recuerdan tu cara. Sin embargo tu mente funciona, tú te fijas en ellos y tu mente juzga, a todo el que recibe una mirada tuya. Acto seguido, piensas, creas una imagen de ti mismo; y, orgulloso de lo que tu mente ha creado para ti, subes la cabeza y caminas mirando con desprecio a todo esa gente que ves en cada acera, en cada parque. En ese momento es cuando la gente se fija en ti, ahora si, se detiene a mirarte, notando tu ego a metros de distancia, notando ese escalofrío de aire de superioridad que creas y les recorre la espalda. Ahora sí, es cuando sus mentes trabajan y juzgan, pero con la diferencia que ellos han visto o sentido tu forma de ser, como miras, como piensas y como reduces a los demás a simples baldosas en tu camino. Ellos no juzgan, clasifican.

A pesar de esto, todos somos humanos y juzgamos a gente sin conocerla, gente que seguramente nos cruzaremos, pero no llegarán a significar nada. Pero cuando tratas del mismo modo a aquellos que te han prestado algo de apoyo, intentado dar una oportunidad, aquellos que incluso te han llegado a querer; cuando te comportas con esa misma superioridad con ellos, esas baldosas que te separaban del pedregoso camino se resquebrajarán, faltando cada vez más apoyo, llegando al punto de dejarte continuar el camino con tus propias ilusiones como únicas compañeras. Cuando te pares a mirar a tu alrededor te verás solo en un descampado en el que ni la luz quiere mirar. Habrás perdido todo rastro de donde provenías, pues no hubo nadie que te indicara el camino, nadie que te acompañara en el viaje. Piensa antes de juzgar, conoce sin pretender dominar; los demás te han dado varias oportunidades que tú mismo rechazaste.

Si crees que puedes pensar así, si crees que estás clasificando sin juzgar erróneamente, pregunta cómo tratan los demás a las personas; recuerda como las has tratado tú. Si todos los que preguntas te dan la razón y has clasificado sin juzgar erróneamente, enhorabuena, esta entrada no es para ti; si no, si quieres seguir dando muestras de inmadurez y volver a tu infancia criticando físicamente a una persona, seguramente un espejo podría corregirte un par de detalles.

Ahora, después de ver tu verdadero reflejo, recuerda tus creaciones. Ahora si, piensa realmente e imagina lo que quieras, de ti depende acabar perdido sin posibilidad de retorno.


Fdo.: ...

jueves, 17 de mayo de 2012

¿Sientes eso?


Hay algo mal en el mundo, mira a tu alrededor y modifícalo. Limpiemos nuestra vista con palabras bonitas y una simple sonrisa, pintemos nuestro mundo gris, olvida las penas y camina lejos, dejando atrás tu dolor y tus miedos, enseñando al mundo que tú escribes tu propia historia, que tú no eres un personaje secundario, eres el centro de la historia.

lunes, 23 de abril de 2012

Bienvenido a la vida, joven extranjero


Durante mucho tiempo todos soñamos con crecer, con madurar y ser adultos e independientes. De pequeños nos imaginamos que seremos astronautas, bomberos, actores o actrices; esos modelos que vemos en televisión como alguien adorado por la gente o convertidos casi en héroes por alguna hazaña. Pero todos maduramos, algunos más tarde, otros antes, pero todos lo hacemos de una forma u otra.
Sin apenas pensar en ello de repente dejas de querer ser astronauta para ser jugador de fútbol, conductor de carreras o piloto; y todo porque tienes una pequeña afición con la que crees que podrás vivir toda la vida, o aún vives en sueños imposibles o en gran medida improbables.
Pero el tiempo no para, todo sigue, así llegas a un punto en el que tienes que elegir que serás en un futuro, con una mentalidad fría y está en tu propia mano ganártelo; pero aún así tienes gente que te cuida, que al fin y al cabo te dan todo hecho, no tienes que preocuparte por nada más que por eso y crees que seguirá así por mucho tiempo y tú seguirás siendo aquel astronauta que conquistó la luna.
De pronto empiezas a oír rumores, tus pequeños sueños están haciendo que otras personas lleven cargas muy pesadas. Entonces te miras fijamente en el espejo, ves que ha desaparecido ese gatito que un día fuiste, que ya no estás rodeado de dulces sueños e indiferencia; pasaste a ser el león que está atado a ciertas responsabilidades que debe cumplir. El cambio asusta, es genial jugar con un ovillo de lana mientras te preparan tu plato de leche y en cierto modo aterrador ver tu saco de responsabilidades que crece con el paso del tiempo y más aún pensar en los sacrificios que llevar esta carga puede suponer.
Pero vuelves a mirar a quienes cuidan de ti y te das cuenta que tú mismo estás subido en esa carga que llevan, es entonces cuando te das cuenta de que es hora de ayudar a tirar de esa cuerda, y entonces ves el mundo con otra perspectiva; no es uno solo quien tira de su propia cuerda, distintas cuerdas van de una persona a otra, conectadas por su amistad y la ayuda que se prestan unos a otros, creando una red que hace más fácil el diario caminar.
Y aún no acaba aquí, queda mucho camino por delante y muchas cuestas que subir, no temas la carga, sino la soledad. Ya has visto la fachada a la vida, estás un paso más cerca de adentrarte en ella.

Fdo.: ...

martes, 31 de enero de 2012

Cuestión de inmadurez


He olvidado que no estoy solo, causando daño por ello. He huido de aquello que me perseguía tantas veces... Anteriormente he encontrado caminos, dolorosos, pero por los que pude continuar; esta vez tengo la sensación de haber perdido el rumbo, de encontrarme frente a un gran precipicio, o rodeado en la esquina de un balcón, y asomado a la cornisa del mismo dejo las palabras salir de mi interior. Esta vez ellas me jugaron una mala pasada, se hicieron demasiado fuertes en mi contra, en nuestra contra... Realmente... ¿Por qué lo dije? ¿Era lo que quería? No, por supuesto... ¿El resultado?... Prefiero no pensarlo y dejarme caer...
Extenderé mi mano en la caída, mantengo aún la esperanza, mis creencias siguen tan fuertes como al principio, solo necesito volver a encontrar la fuerza de levantarme; solo necesito que me cojas de la mano de nuevo, saber que seguirás soportando este peso... Saber que cogerás mi mano...