Sin nada más...

Con las manos vacías me presento al mundo, únicamente ofrezco unas palabras que puedan llegar a la gente que vive aislada de sí misma y ayudar a ver lo que su interior, y el mundo entero, quiere hacerle saber.

lunes, 17 de octubre de 2011

Simplemente...


*Tic, tac*
El sonido de los segundos de un antiguo reloj de pared retumbaba en mi cabeza mientras permanezco sentado en la silla, impaciente, aparentemente sin motivo; asustado, realmente sin sentimientos definidos. Simplemente mi cabeza contaba los segundos que pasaban, haciendo caso omiso a casi todo lo que me rodeaba.
Aparentemente nada cambió, pero en mi mente dejó de retumbar el sonido del reloj para ser derrumbada por los latidos de mi corazón. Cada latido más intenso que el anterior, cada uno de ellos más continuo, sin dejarme si quiera respirar.
Miré entonces a mi alrededor, todo seguía igual, el reloj marchaba igual que antes, nada se había movido con respecto a unos segundos atrás. Intenté buscar la diferencia, aquello que me hacía perder el control de mí mismo, aquello que hizo que dejara de contar los segundos y comenzase a vivir con mayor intensidad cada instante de esa tarde.
Finalmente fijé la vista en la pantalla del ordenador y comprendí todo. Comprendí que hizo que mi corazón latiera con más fuerza, comprendí porque dejó de importarme el tiempo y fijarme más en el mismo momento. Lo comprendí únicamente al leer un nombre: ..... Simplemente TÚ.

Fdo.: ...

lunes, 10 de octubre de 2011

Añoranza de un pasado futuro


En un minuto por la mente pueden circular miles de pensamientos; en una hora las historias, las sensaciones, los sentimientos que empiezan a apoderarse de tu propio cuerpo cobran forma y adquieren vida propia en tu interior. Aquello que se hace poco a poco con el control de todo tu cuerpo sigue creciendo si lo alimentas poco a poco.
De forma inesperada tu respiración se vuelve más intensa costando tomar una simple bocanada de aire, las órdenes que llegan a tu cabeza son confusas y no puedes distinguir su significado, los latidos del corazón se aceleran... Tu mente se aleja de tu cuerpo inmersa en un mar de cálidos sentimientos y razones por las que abandonar todo lo que lo rodea y sumergirse en él en compañía de su única amiga... 
El amor alimenta cualquier cálido sentimiento que haga a tu mente sentirse en paz, te impide alejarte de la persona que lo engrandece hasta que, sin algún remedio alcanzable, las dos almas se ven obligadas a separarse volviendo lentamente a su cuerpo mientras el peso del mundo cae sobre sus hombros.
A la mañana siguiente te despiertas con la esperanza de encontrar a ese amor en tu misma almohada hasta que una sensación de fría soledad se apodera de todo cuerpo,  tu mente se solidifica y se vuelve más pesada a cada segundo que pasas separado de ella y sin poder evitarlo alguna lágrima perdida comienza a correr mejilla abajo mientras recuerdas sentimientos pasados.
Ahora vive con la esperanza de volver a sumergirse entre pensamientos y los "te quiero" con los que sueña vivir el día a día.

Fdo.: ...